
Se trata de una carrera que nace para desafiar a todos los intrépidos que necesitan un auténtico reto que te plantea la localidad vallisoletana de Simancas. La carrera recorre un circuito natural que partió del Puente Romano de Simancas para integrarse en el propio río Pisuerga y adentrarse en el Pinar. Allí los corredores tuvieron que afrontar todo tipo de obstáculos, correspondientemente homologados, que pusieron a prueba fuerza, capacidad y habilidad de los participantes. El tramo final, con la línea de meta instalada en las Instalaciones Deportivas de Los Pinos, les enfrentó a las últimas dificultades más el atractivo del Mulhacén, un muro de más de seis metros de altura con el que cuenta la Iberian Race.

¡Muchas gracias por el esfuerzo y por seguir sumando #kmsxsonrisas!
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